Sicilia – Zona Centro y oriental Sur: De Enna a Siracusa

Las vistas de la zona valen la pena y el pueblo es muy auténtico pero no es bonito. Un buen plan es comer en Grotta Azurra para comer casero y muy barato (pagamos literal 3,5€ por el plato de pasta). Para escoger lo que queríamos comer nos hicieron entrar en la cocina, nos enseñaron los platos del día y así escoges. Totalizando pagamos 10-12€ por person. Bar dell’angolo: un buen rincón para tomar café y un buen postre. Si queremos ver vistas el Belvedere Marconi es uno de los mejores lugares para ello.

No hay palabras ni fotografías que puedan mostrar la maravilla de este lugar. Quizá en parte fueron las bajas expectativas que tenía acerca del lugar pero es que este Patrimonio Mundial de la UNESCO es, desde mi punto de vista, de visita obligada en la isla. La Villa Romana del Casale impresiona por la cantidad y el nivel de conservación de los mosaicos. Cuesta 10€ y está abierto de 9 a 18h en horario periodo de abril a octubre. Desde mitad de agosto hasta mitad de septiembre abren también de 20 a 23h (habría que averiguar si de 18 a 20h cierran un rato, por lo que parece sí). Nosotros entramos que eran casi las 17h y éramos prácticamente los últimos en hacer la visita. La mayoría de tours y grupos de turistas prefieren no apurar tanto pero la ventaja es que ves los mosaicos casi solo (fuimos en septiembre seguramente en agosto hay gente a todas horas). Para ir tranquilos dedicaremos unas 2h aproximadamente. En época Covid es importante tener en cuenta las condiciones de acceso y mejor reservar la entrada con tiempo aquí.

El pueblo más cercano es Piazza Armerina, seguramente pasaremos con el coche para llegar hasta la Villa Romana y es que vale la pena acercarse y parar en el mirador.

Ciudad sorprendente, con una alma muy especial, ese caos italiano y decadencia que esperas encontrar en Sicilia. Es conocida por la cerámica y es ciudad también de barroco (como toda la zona de Ragusa y Noto). Vale la pena hacer un paseo por el centro y perderse por sus callejones así como subir (o fotografiar simplemente) las famosas escalinatas, muy curiosas por estar decoradas con cerámica. Si hacéis noche en esta ciudad recomiendo 100% el B&B La Collegiata.

Aparcamos en Piazza Libertà sin saber muy bien dónde dirigirnos y resultó que estábamos en la zona nueva de la ciudad. Esto sucede en muchas poblaciones de este estilo, que se hicieron en un montículo y que, con el crecimiento, no podían seguir en la misma zona, cosa que genera como dos pueblos. Nos dirigimos caminando por los callejones pasando por la Catedral di San Giovanni Battista y descendiendo por las escaleras que te llevan al centro antiguo, Ragusa Ibla. Hasta el Giardino Ibleo son unos 40 min a ritmo tranquilo y vale mucho la pena todo el paseo. Pasaremos por el Duomo, aunque tengamos en cuenta los horarios (10-12.30 y 16-18.30 cada día y martes solo por la tarde). Cuando nosotros fuimos la zona de Ibla estaba un poco desangelada, le faltaba ese ritmo siciliano que encontramos en Cartalgirone.

Aunque no nos dio tiempo también se puede visitar Modica, después de Ragusa, otra ciudad barroca que dicen que vale la pena.

Otra de las paradas obligatorias, conocida como la capital del barroco. Si bien me pareció bonita, me pareció demasiado «perfecta»: limpia, señorial y pomposa, como buena referencia de este arte imagino. Hay varios restaurantes ricos y modernos como Dammuso o Manna (a los que conviene reservar), pagaremos entorno a los 35-40€ en el primero y 45-50€ en el segundo, No son económicos pero la calidad es óptima. También de ambiente moderno encontramos el Vicari, con menú degustación de 50 o 65€, vino a parte.  Encontraremos infinidad de heladerías en la calle principal pero para postres el mítico Caffè Sicilia del que podemos saber más sobre su historia en un capítulo de Chef’s Table o la Dolceria Corrado Costanzo.

Pueblo precioso de cuatro calles y muy enfocado al turismo. Es bonito para hacer un paseo y, aunque la relación calidad-precio es menor hay sitios que no están mal como el restaurante Campisi, tanto para la cena como para el aperitivo (hacen aperitonno por 10€) o, La Conchiglietta, con unas excelentes vistas al mar ideal para comer más que cenar.

Es una de las ciudades más impresionantes de la isla, con uno de los patrimonios arqueológicos más importantes. La península de Ortigia, con sus bastiones, los callejones, plazas y su arquitectura barroca; su impresionante teatro griego; las catacumbas de San Giovanni; la fortaleza del Castello Maniace; y, como no, el mercado, entre muchas otra cosas que ver en esta preciosa ciudad.