Oporto es una ciudad preciosa e ideal para pasar un par de días. Sus preciosos callejones juntamente con el buen clima y la gastronomía, tanto portuguesa como internacional la hacen un destino perfecto desde nuestro país. Esta famosa ciudad portuguesa esta repleta de cuestas, es relativamente pequeña y los precios son algo más económicos en relación a España.
Paseo por la Avenida dos aliados y perderse por el centro histórico
Empezando por la avenida nos adentramos al centro desde la estación de San Bento. Tenemos dos opciones:
-Cogemos la Rua das Flores pasaremos algunas bonitas iglesias y giramos por el mercado Ferreira Borges y el Palacio de la Bolsa (visita guiada 10 euros), de ahí podemos acercarnos a la Iglesia de San Francisco, que tiene unas bonitas vistas.
– Bajar por la Av de D Alfonso Henriques y llegar hasta la Catedral. En esta zona hay varios monumentos interesantes de ver como el Pelourinho, la Muralha Fernandina y otros edificios característicos de la ciudad.
Mercado do Bolhão: es el mercado más auténtico de la ciudad. Vale la pena de visitar, hay fruta y verdura, pero también artesanía y souvenirs (bastante barato, creo que más que en las tiendas del centro). Al salir podemos visitar la Capela das Almas, tomar un café en el emblemático Café Majestic y al salir visitar la Iglesia de San Ildefonso.
Jardines de la Cordoaria y la zona de bares : Es una zona muy elegante con locales y tiendas ideales para pasear y tomar algo. Ahí encontraremos la famosa librería Lello, a la que hay que pagar 4€ para entrar. Si bien es bonita, es cuestión de opiniones, pero es la primera librería en la que he tenido que pagar para entrar y en la que no me hubiera comprado nada, no solo porque los libros que hay son poco atractivos sino también por la predisposición de cada uno de ellos. La bonita plaza Gomes de Teixeira con su fuente y dos iglesias más merecen una pequeña parada. Para tomar algo en la zona podemos ir al Moustache Coffee House, café rico y butacas. Si en cambio queremos comer lo mejores Book, un restaurante modernito.
Paseo por la Ribeira y cruzar el puente Luis I: Es la zona más repleta de turistas pero realmente muy pintoresca. Las casas de colores con sus balcones de hierro, la ropa secándose al viento y las preciosas vistas del Duero. Simplemente espectacular. Vale la pena estar un buen rato contemplando la Ribeira e incluso animarnos a coger algún barco para verlo desde el río. Los callejones adyacentes son muy auténticos también y tienen mucho encanto. Para seguir con la ruta lo mejor es cruzar el puente Luis I y llegaremos a la zona de las bodegas.
Visita a Bodegas y pasear por Vilanova de Gaia. Tras haber cruzado el puente podemos seguir por el paseo hasta decidirnos por alguna de las bodegas. Nosotros nos decantamos por la Graham’s, una de las más antiguas. Hay varias opciones de tastings, desde 12 a 100€. Si vamos con gente, recomiendo combinar varias opciones y así poder probar más. Nosotros cogimos dos opciones de 17€. Personalmente, aunque me gusta el Vino de Oporto, me parece demasiado fuerte para tomar en la comida y como acompañamiento de un dulce, como suelen hacer con los Tawneys, prefiero un limoncelo o un pacharán.
Pasear por el parque de la Ciudad hasta llegar al mar atlántico: empezando por el parque podemos pasear, parar un ratito a leer o descansar, cogemos alguno de los caminos para salir por la Via do Castelo do Queijo. Si nos dirigimos hacia el norte llegaremos a la zona de Lota de Matosinhos, conocida por sus marisquerías entre las que destacaría O Fernando o Sr Padrao, el segundo es más económico. Si por el contrario nos dirigimos a Foz podemos seguir el agradable paseo que bordea el mar hasta llegar a la Pergola de Foz. A partir de ahí nos adentramos y, según la hora que sea podemos optar por tomar un té en un jardincito de lo más agradable en The Bird o bien comer algo en Terra (japonés) o bien en Cafeína (comida portuguesa moderna)