Praga es una de las ciudades más bonitas que he visitado nunca. Tuve buenas sensaciones desde que llegué y fueron confirmándose los días posteriores. Decidí hacer el viaje en periodo navideño por lo que había dos factores que condicionaban la estancia: uno, el frío y dos, los mercados navideños. Me queda pendiente visitar la ciudad con el cielo bien azul que debe de ser espectacular también.
Un poco de historia…
Escogí, como hago siempre que tengo la opción en una capital europea, hacer un free tour con la empresa New Europe. Ahora se le han sumado otras empresas parecidas pero yo soy fiel a esta primera, aunque supongo que el estilo es el mismo. Se le llama free tour porque es gratuito, aunque los guías esperan que se les reconozca el trabajo con una propina en la que cada uno debe valorar si ha obtenido lo que esperaba o no. Creo que es una gran iniciativa porque esto hace que los guías sean personas con gran capacidad comunicativa y hagan las charlas de manera muy entretenida y con mucha motivación para que, al final, los turistas valoremos positivamente su trabajo. Personalmente, nunca me he encontrado con un mal guía y Hugo, nuestro guía gallego, es un ejemplo de ello. Historiador de profesión, nos acompañó a descubrir el centro de la ciudad durante algo más de tres horas. Praga es una ciudad de historia intensa, como en muchas las capitales europeas y vale la pena dedicar unas horas a leerla para comprender lo que visitamos. Los praguenses han sufrido muchas invasiones y muchos intentos de demoler la ciudad pero nadie nunca lo ha conseguido. Actualmente es considerada de las ciudades más bellas del mundo y por ello se inunda de turistas que pasean entre sus estrechas callejuelas y cruzan, una y otra vez, el puente de Carlos, esperemos que no se trate de una nueva invasión…
Cómo llegar y cómo desplazarse por la ciudad
El metro y el tram son muy cómodos para desplazarse, es relativamente fácil moverse por la ciudad, sobretodo porque es pequeña. Nosotros, en general, nos desplazamos a pie pero cuando el frío apretaba más de la cuenta, nos refugiábamos un rato en transporte público. El billete se puede comprar en el tren, tabacaleras, estancos y algunos mercados (tipo “badulaques”) y hay varios tipos de billete: En general, usaremos el de 24 CHK que es para viajar durante 30 min, luego está el de 32 CHK para desplazarse hasta 90 min (será el caso de hacer transbordos en tram que es más lento o alejarse del centro para ir al aeropuerto, por ejemplo). Además, si se viaja con maleta hay que comprar un ticket reducido por maleta (de 16 CHK). Yo no vi un revisor en ningún momento pero, como es algo difícil comunicarse en checo, es mejor no tener que enfrentarse…
Si se llega en avión, se puede coger un autobús de línea (el 118) que nos deja en la parada de metro Dejvicka (línea verde). El precio del trayecto sería de 32 CHK + 16 CHK.
Moneda y otros datos de interés: En Praga tienen corona checa (CHK) y el cambio actualmente (Dic.2012) está aprox 1 Eur = 25 CHK (en realidad algo menos pero para el cálculo es más fácil el redondeo). En muchos locales aceptan euros y suelen hacer este tipo de cambio, en otros más turísticos intentarán aplicar un cambio peor. Recomiendo cambiar los Euros ahí mismo (aunque desde el principio se van a necesitar algo de coronas) porque el cambio es mejor. Pregunté en varios bancos en España y todos hacían un cambio más tirando a los 23-24 y en Praga se acercaba a los 25. De todas maneras, siempre va bien comprar algo de coronas para los primeros desplazamientos.
Zonas:
Stare Mesto:
Siginifica, en checo, “la ciudad vieja” y reúne muchos de los edificios antiguos de la ciudad. En la plaza del ayuntamiento encontramos, entre otros conocidos monumentos el “reloj de Praga”, el más antiguo de Europa y conocido por sus leyendas y su complejidad. El barrio judió, Josefov también está en esta zona y aunque los lugares demás interés son de pago vale la pena de recorrer.
Nove Mesto:
Es la prolongación del Stare Mesto y significa “la ciudad nueva”. A destacar la plaza de Wenceslao, escenario de momentos muy importantes en la historia de la ciudad como la Primavera de Praga y el Museo Nacional, al final de la calle de la plaza. En el mismo barrio encontramos también el Edificio Danzante de Frank Ghery.
Mala Strana:
En checo, barrio pequeño o lado pequeño y está al otro lado del río Moldava. El famoso puente de Carlos es uno de los varios puentes que acceden al barrio. Otro monumento del barrio es la famosa iglesia de San Nicolás.
Vinohrady:
Un barrio poco turístico pero de clase burguesa y con mucho ambiente de bares y restaurantes.
¿Dónde comer?
Praga está llena de restaurantes encantadores que apetecen probar. Hay mucha oferta de restaurantes de todo tipo y lo mejor es que los horarios son totalmente flexibles.
En la zona del centro había muchos locales que habrían cocina a media mañana y la cerraban a media noche, el menú de mediodía (Poledniho menu, creo que lo llaman) era muchas veces de las 11.30 hasta las 17h y los precios eran mucho más bajos que los de la carta (no es al estilo español un menú completo sino que los platos del día tienen precios mucho más bajos si los escoges). La comida checa es muy buena (o eso me pareció a mi) pero es muy muy pesada y grasienta (o eso me pareció a mi también). En general, con un plato hay suficiente para quedarte más que lleno.
La bebida checa por excelencia es la cerveza. Es más barata incluso que el agua! Se dice que consume cada checo medio litro de cerveza al día (quitando embarazadas, niños y ancianos…). Otra bebida muy conocida también pero más para aperitivo o cocktail es el Becherovka, que mezclado con tónica y una rodajita de limón está muy bueno, se llama “Beton” (y barato, la botella de medio litro cuesta unas 135 CHK) Algunos de los platos más típicos son el Goulash (que puede ser en plato o en sopa, ambos muy ricos!),
Stare Mesto, Josefov (barrio judío) Aunque es la zona más turística también es la más llena de ofertas gastronómicas de todo el mundo.
Lehka Hlava/Clear Head: vegetariano muy bueno y con un local acogedor y con mucha personalidad. Es un rincón por descubrir, todo está muy bueno, las bebidas naturales son muy recomendables (yo probé una bebida de aloe vera buenísima) y los precios son mejores aún si cabe. Aprox 250 CHK pp. Borsov 2.
New Kabul: restaurante afgano acogedor y con comida correcta. Aunque me habían hablado muy bien de este local quedé un poco decepcionada. Para los que aún no hayan probado esta cocina, por eso, es un lugar recomendable y el servicio es muy bueno. Aprox 350 CHK pp. Krocinova 5.
U Parlamento: Comida típica checa y a buenos precios. Valentinska 8.
Potrefena Husa: Comida típica checa, el restaurante es de cadena pero tiene buena fama. Platnerska 88/9; Resslova 1775/1; Resslova 1775/1; Wilsonova 8.
Mala Strana:
Café de Paris: restaurante francés muy bueno y muy romántico. Los precios son un poco más elevados pero vale la pena para una ocasión especial (aprox. 20 Eur pp).
Maltézké nám 4 Carmelita: en una de las calles principiales paralela al río, este restaurante italiano ofrece pasta y pizza buenas a muy buenos precios (aprox. 300 CHK pp, medio día entre semana nos puede costar la mitad, escogiendo platos del menú claro) Újezd 31.
Cubrkávalimonáda: sería algo así como nuestor “piedra papel y tijera” de los checos. Es un local monísimo donde se puede ir a tomar un café y una tarta pero también se puede comer algo sencillo como ensaladas, pasta,… Lázenska 7.
Maly Buddha: Alejado del río, este acogedor restaurante oriental nos ofrece platos vietnamitas, chinos y una amplia carta vegetariana. El local es fascinante, parece una cueva con luces tenues y ambiente tranquilo. El precio y la comida son igual de fascinantes. Menos de 200 CHK pp.
Nove Mesto y Vinohrady:
Hlucná Samota: muy típico checo, todo de madera y con ambiente muy joven. Se pueden degustar los platos más típicos a precios muy buenos (aprox. 300 CHK pp). Zahrebská 14.
Masala: restuarante hindú muy bueno y muy acogedor. En un sótano de la calle Mánesova (núm 13) podemos comer cocina hindú por unas 359 CHK. Como siempre mediodía entre semana mucho más económico. Encontramos otros dos Masala en Pod Karlovem 12 y Tulipánová 142.
Royali: para quién quiera probar comida rusa (aunque hay opciones no rusas). Safarikova 18.
Kaaba: Una cafetería en la que se puede comer también (muy típico en Praga, que puedas comer a todas horas!). Mánesova 20 (cerca de la plaza Namesti Miru)
¿Dónde tomar algo?
Las cafeterías de la ciudad invitan todas a entrar, cuidadas hasta el más mínimo detalle, encontramos de todo tipo, rústicas, modernas, románticas, rococó… alguna de las que recomendaría yo son:
Café Kafka: llevada por unos italianos es un lugar agradable en el centro para tomar un buen café y, si apetece, un pedazo de tarta casera. También hay opciones de desayuno y comida. No es el famoso Café Franz Kafka que también me lo han recomendado aunque es algo turístico.
Café Ebel: bonito y pequeño rincón para degustar buen café y comprarlo a peso. Suele estar muy lleno por lo que no es recomendable para grupos. Kaprova 11. Hay otro en Retezova 9 que no conocí pero que dicen que hay 40 plazas (supongo que para los que sí quieren ir en grupo!).
Café Rybka: con un montón de libros en estanterías es un local super acogedor y bohemio, para estar tranquilo tomando un café mientras se lee. Opatovická 7.
Cajovna Amana – Caj Tea Amana: no sé si es un rincón muy secreto para los praguenses pero para mi sí lo fue. Una tetería increiblemente acogedora, para pasarte horas leyendo, con varias salas para mantener la intimidad y el silencio, una de ellas (la mejor de todas!) tiene una chimenea. Preparan el mejor yogui tea que he probado en la vida (es algo caro pero merece la pena y no te lo acabas de la cantidad que hay, cuesta 90 CHK). Záhořanského 6 Zdravicek: pequeño mercado bio con una zona para tomarse un café. Es más bien para comprar alguna cosa que para sentarse a tomar el café.
Kava Kava Kava: famosa cafetería en un patio precioso cerca de Jungamanovo Namesti y Narodni Trida. Lidická 284/42