El Parque Nacional del Gargano

Como siempre las expectativas a veces perjudican la experiencia (cosa que puedo estar haciendo precisamente yo escribiendo sobre ello según mi experiencia). Es bonito sí, de hecho es precioso pero quizá me faltó algo en mi experiencia, o mejor dicho sobró: gente.

Al contrario de lo que yo pensaba inicialmente, el Gargano es una zona, bastante abarrotada de turistas, italianos en su mayor parte. La sensación de entrar en un parque y, a la vez, ver centenares de anuncios de campings y playas privadas, contrastados con el verde y los acantilados es curiosa como mínimo.

Llegamos a media tarde al B&B Shanti, un alojamiento a unos 7km de Vieste hacia el interior. un lugar para relajarse, para disfrutar del ambiente rural y, sobretodo por la dedicaclón tan espléndida de Giancarlo, pugliese de adopción que tiene un conocimiento espectacular de la zona y del mundo en general. Una persona muy viajada y con una atención a los detalles que hicieron de nuestra estancia aún mejor. Dejaros aconsejar por los lugares que os diga, los restaurantes que conozca, las rutas que proponga.

Nosotros evidentmente no pudimos verlo todo, al final no teníamos ni 3 días pero a destacar:

– Monte Sant’angelo: seguramente la gran sorpresa de la zona. Era un dia lluvioso y, por lo tanto, excluimos la playa de nuestra ruta y Giancarlo nos dijo que fuéramos a visitar este pueblo. hay que tener en cuenta que todo el gargano es muy montañoso por lo que para llegar a los puntos se necesita bastante tiempo. El monte sant’angelo es precioso, es conocido pero es fácil salirse un poco de la muchedumbre y, recorriendo sus callejones sientes que estás en el auténtico sur de Italia, o al menos lo que yo tenía en la cabeza. Hay un castillo que se puede visitar por 3 euros aunque tampoco vale tanto la pena (pero tampoco es caro…) y, gratuitamente se puede entrar el Santuario de San Michele Arcangelo. Una iglesia hecha en la bauma, espectacular. Otra zona que se tiene que visitar es el barrio de giugno.

Para comer hay algunos restaurantes monos y con buena pinta pero nosotros optamos por un rico bocadillo con el pan típico de ahí con caciocavallo y mortadella. 3 eur cada uno.

– Foresta Umbra: dicen de este bosque que es «el bosque del sur con árboles del norte» y, es que hay unas hayas de 50 metros que impresionan muchísimo. no solo porque no había visto hayas tan grandes sino por el hecho de estar en esa zona. Hay muchos recorridos que se pueden hacer a pie pero, al menos el recorrido que quisimos hacer nosotros (el 5) estaba bastante sucio (poco despejado, no de suciedad) y aunque hay indicaciones es fácil perderse pero se encuentra en seguida una carretera o algún punto para orientarse. Vale la pena adentrarse un poco en el bosque para disfrutar de los árboles sin gente ni coches.

Hay muchos sitios para hacer picnic y algún restaurante.

– Vieste: preciosa pequeña ciudad de costa (o gran pueblo) de casitas blancas, adoquines, calles estrechas y millones de negocios como tiendas de souvenirs, panaderías, restaurantes… es seguramente un lugar mucho más agradable en junio, sin tanto turismo pero fuera de las calles principales se respira mucha tranquilidad.

Para comer el Skyper es una buena opción, cerca del puerto, o la Osteria al Duomo,de cocina tiÍpica y con cola cada día (conviene reservar). Otros que giancarlo mos recomdó eran la Bella napoli o el Padre Pio. Para comer helado, cercada del Skyper, dirección centro en la plaza hay una heladeria artesanal buenísima….Giancarlo también nos dijo que hacen una especie de granizado de mora buenísimo.

– Peschici: más pequeña pero no menos abarrotada que Vieste, tiene también calles estrechas y casas blancas pero, aun y ser más peqieña me gustó más Vieste.

Las playas del Gargano

Tres días en la zona no me hacen experta en nada, ni para poder juzgarlo pero las impresiones que tuve sí las puedo transmitir. Lo que tengo claro es que, cuando vuelva a la Puglia, será fuera de temporada alta.
Por supuesto los italianos estan acostumbrados y probablemente muchos lo disfrutan así (sobretodo el que busca comodidad) pero en medio del Parque Nacional encontrarse playas privadas repletas de sombrillas no es el concepto de playa que me gusta a mi. La playa no es enteramente privada pero el paisaje queda totalmente pervertido.

– Playa de la Zanaia: al lado de Peschici, de arena, la llegada es muy impresionante y la playa es bonita pero nada del otro mundo, sobretodo con las expectativas que teníamos. el parking cuesta 5 euros.

– Playa de Vignanotica: playa de piedras y agua cristalina, debajo de los acantilados. Esta sí me pareció muy espectacular, es larga por lo que la gente se reparte bastante bien. El parking cuesta 7 eur y te bajan en furgo hasta la playa. Nostros fuimos después de comer y pagamos 4.

– Otras playas que nos recomendaron: Sfinale o Sfinalicchio (están al lado) y el Arco San Felice (para la foto típica con en la foto superior)

Nuestro siguiente destino era la Valle d’Itria, a unas 4 horas de donde estábamos. Puedes leer el post aquí.