Comer en Barcelona puede llegar a ser toda una experiencia gastronómica alrededor del mundo; cuando uno decide dónde ir a cenar la pregunta es ¿qué os apetece comer hoy? pues a mi me apetece tailandés dice uno, pues yo tengo mono japonés suelta el otro, el de más allá quiere comer con las manos en el etíope o escoger algún buen hindú bien picantito… Eso sin tener en cuenta la cantidad de italianos, argentinos, árabes… y, los brunch del domingo que no pueden faltar, al más puro estilo neoyorkino.
ETÍOPE: Sin duda el Addis Abeba es mi lugar favorito, el servicio es excelente, el ambiente acogedor y la comida riquísima. Aunque alguna gente inicialmente es reacia, especialmente por lo de comer con las manos, casi todo el mundo repite. En el barrio de Gracia encontraréis el restaurante Abissínia, de su hermano. No he estado en Etiopía, ganas no me faltan, pero creo que estar en el Addis Abeba es como trasladarse momentáneamente hasta ahí.
LÍBANO: ¡La cocina libanesa me pirra! Tiene un punto exótico pero, el uso del aceite de oliva y otros productos que compartimos en los países del mediterráneo, lo hacen una cocina cercana. En La Feniciana se puede cenar deliciosamente por menos de 20 Euros. Un clásico de esta cocina es el Abu Khalil, muy bueno aunque creo que pasó tiempos mejores (fue el primero de Barcelona).
INDIA: Tengo varios favoritos hindúes, me encanta para cenas algo más formales el Bembi y para algo más informal el Surya, abierto no hace mucho y que se define como «indian street food». En cualquier caso, aunque me gusta innovar me encanta el tikka massala acompañado con arroz. La opción vegetariana de esta suculenta cocina la encuentro en el Juicy Jones, un lugar de zumos naturales y bocadillos riquísimos que tienen siempre menú de mediodía hindú.
MEXICO: Quizá me falta irme a México para entender cuál es la cocina mexicana verdadera pero hasta que no vaya yo seguiré disfrutando de mis lugares de culto mexicanos en Barcelona, entre los que destaco el Café Tacuba y el Mexicano Barcelona. Ambos por unos 25 Euros y ¡picantito bien rico!
JAPÓN: Los japoneses en los últimos 6-7 años han ido apareciendo como setas en toda la ciudad. De hecho muchos restaurantes chinos cambiaron el cartel simplemente pasándose a ser «cocina asiática» o, incluso con más descaro «restaurante japonés», pero aunque tienen makis, la calidad sigue siendo del mismo nivel. No sabría decidirme por un japonés favorito, hay muchos que me gustan como el Kuo del grupo Nomo, el Tempura Ya o el Tomoé del grupo Doblezer00 y otros baratillos pero con buenísima relación calidad-precio como el Wasabi. Sin embargo querría destacar el restaurante Wagokoro, que ofrece cocina japonesa auténtica, no hay carta sino menú kaiseki, que son un montón de deliciosos platitos explicados en detalle por la amabilísima catalana casada con el cocinero japonés. El precio de los kaiseki está entre 40-55 Euros.
TAILANDIA: Los mejores relación calidad-precio son el Petit Bangkok y el Bangkok Café, el primero en Gracia y el segundo en Sants-Les Corts. Entre mis platos favoritos el curry y el pad thai, ¡qué ricura!
VIETNAM: Al volver de Vietnam visité algunos restaurantes vietnamitas pero la verdad es que no soy muy asidua, no porque no me gusten, porque la cocina vietnamita me apasiona, pero no voy muy a menudo. Uno de los lugares que está más de moda de esta cocina es La Vietnamita, al estilo también «street food» y, de restaurante, tenemos el Bun Bo, en el que comes por menos de 20 Euros pero no se puede reservar y eso me frena muchas veces. El restaurante Hanoi es un clásico en Barcelona pero diría que es más bien un vietnamita fusión.
PERÚ: Mi reciente estancia en Perú me ha hecho buscar lugares para recordar los sabores de este maravilloso país. Uno de los mejores el Kenko (hay dos), muy frecuentado por peruanos y, aunque llegué de casualidad, el Andino es muy bueno y baratísimo también (el servicio un poco justo y lento). Con estilo más moderno me gusta el Ceviche 103, aunque fui justamente antes del viaje, así que tendré que volver.
CHINO: Sin duda mi favorito es el Out Of China, cocina hecha con delicadeza, dim sums caseros deliciosos, arroces riquísimos (me encanta el de coco con gambas o algas y piñones) y para completar la cena un segundo plato a la misma altura, como las albóndigas vegetales, el solomillo de cerdo agridulce o el pollo Kongbao. Otra opción muy aconsejable para comer buen chino en Barcelona es el Si-Chuan, más cutrillo pero veréis que ¡está lleno de chinos comiendo siempre!